POLITICA
6 de agosto de 2024
El entramado oculto de la reubicación de la planta de GNL
Los detalles de cómo se gestó la mudanza del mega proyecto de Bahía a Río Negro.
imperdible
Vientos cruzados
El baldazo de agua fría que recibió la ciudad la semana pasada aun cuesta asimilarlo. Aunque “la esperanza es lo último que se pierde”, todos los bahienses nos dimos cuenta de que le sacarían el Proyecto de GNL a Bahía el viernes 19 de julio. Aquella tarde el Presidente de la Nación Javier Milei lo anunció en el programa de Alejandro Fantino: afirmó sin titubeos que era una obviedad que la inversión de YPF-Petronas se iría a otro lado porque “nadie invierte en una Provincia gobernada por un comunista”.
Como aquellos que son engañados por sus parejas, que conocen la realidad, pero optan por mirar para otro lado, la mayoría nos autoengañábamos y nos autoconvencíamos de que lo que habíamos visto (y oído) no era real. Que era una bravuconada de Milei para subir el streaming de “Fanta”.
Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Es que, si hacemos verdadera retrospectiva, la suerte sobre la locación del proyecto estuvo echada cuando se celebraron las elecciones del año pasado y los bonaerenses quedamos con “vientos cruzados”. Era lineal el análisis, pero no quisimos verlo. Llegaría el castigo por votar a un “comunista” en el distrito bonaerense.
Milei, que se muestra antiperonista acérrimo, aplicó la doctrina del General a pie juntillas: “A los amigos todo, a los enemigos ni Justicia”. De ninguna manera la inversión más grande de la historia podía hacerse en el territorio del “enano comunista” y archirrival político. Estaba cantado.
De esta manera, la grieta y el odio político generado en las últimas décadas nos esfumó la ilusión. Y nos quedamos ladrando a la luna. Y un aviso antes de que chillen los fanáticos libertarios: era altamente probable (aunque sea contra fáctico) que hubiese sucedido igual si el presidente era un K y el gobernador un mileísta. El rigor del escarmiento también lo hubiésemos sufrido.
Patagonia unida y plan canje
En todo este asunto, no es menor que la Patagonia se haya unido contra Bahía Blanca, demostrándonos una vez más que para el sur somos bonaerenses o “porteños”, y para los porteños somos sureños.
Además de unir fuerzas con sus colegas de Neuquén, Chubut y Santa Cruz, el gobernador Weretilneck hizo todos los deberes. Se olvidó de que había hecho campaña por Sergio Massa hasta hacía dos minutos y se reconvirtió en un hombre que abraza las ideas de la libertad. Mis convicciones son estas, si no gustan podemos cambiarlas. Y negociarlas.
“El Brujo” ofreció de todo y más para robarle el GNL a Bahía: dijo que les “regalaría” el puerto a los inversores para que lo privatizaran y lo manejaran sin presencia del molesto estado, consiguió votos para la Ley Bases, firmó el Pacto de Mayo y adhirió al RIGI. También hubo ofrendas a futuro, como por ejemplo el apoyo a la postulación a la Corte del juez Ariel Lijo.
Ballenas
Una de las críticas recibidas a la nueva locación elegida tiene relación con el medio ambiente. Es que Punta Colorada está ubicada en el centro del Golfo San Matías, que se extiende desde Viedma hasta Península Valdez, en Chubut.
En la actualidad, las organizaciones ambientalistas miran de cerca el asunto. Incluso, en la legislatura rionegrina debería derogar en los próximos días la Ley 3308, que ellos mismos votaron, y que protege al golfo de actividades petrolíferas y gasíferas.
Cuando le preguntaron a Weretilneck sobre el ecosistema y la preservación de esa zona virgen de la Patagonia, y que, de golpe, recibirá el paso de 500 barcos de monumental porte, señala que no habrá problemas. “Joden con las ballenas, pero fíjense en Madryn está Aluar y está lleno de ballenas”, se lo escucha repetir como un mantra.
El tiempo dirá qué opinan la ballena franca austral, las orcas, los delfines, el elefante y el lobo marino que hoy habitan el lugar.
Alineados
Otra obviedad que presentaba el escenario tras los dichos de Milei con Fantino tenía relación con leer la historia reciente. Si uno toma en cuenta lo sucedido en los primeros seis meses de Gobierno, donde aquel funcionario que osó contradecir o desautorizar al Presidente salió eyectado, ¿alguien sinceramente se imaginaba a los directores estatales de YFP votando en contra de la posición pública que había tomado Milei sobre el proyecto? Ni a un kamikaze se le ocurría poner en ridículo al dueño del circo.
Tras eso, la labor de YPF fue juntar algunos “fundamentos” para justificar la decisión de sacarle la inversión a Bahía. Hicieron esfuerzos para hacernos creer que la decisión era “técnica” y no política.
El RIGI ni apareció
Se habló mucho públicamente del famoso RIGI, pero en los “fundamentos” expuestos en el escueto comunicado oficial ni se animaron a escribirlo. Estaba claro que la cantaleta sobre el RIGI había sido para la tribuna.
Finalmente, los “argumentos técnicos” que YPF utilizó para justificar el traslado de la inversión de White a Punta Colorada fueron cuatro. A saber:
1) Menor longitud de caño
2) Mayor profundidad marítima (no necesita dragado)
3) Amplia disponibilidad de terrenos y “baja interferencia” con otras actividades portuarias
4) Sinergia con el desarrollo infraestructura local con el oleoducto de Vaca Muerta Sur
Todo lo enumerado es relativo o engañoso.
Lo de la longitud de los caños es verdad. Pero no se necesitan sesudas reuniones de directorios, supuestas consultoras internacionales u opiniones de expertos para analizar este punto. Un niño de jardín mirando un mapa de papel se da cuenta de que Punta Colorada está más cerca de Vaca Muerta que de Bahía Blanca. Una verdad de Perogrullo. Según aseguró el exsecretario de Energía Juan José Aranguren, se “ahorran” unos 70 kilómetros de caño. Sin embargo, es ridículo pensar que el valor de esas cañerías sea superior a la que necesita para montar un puerto y una infraestructura desde cero. Argumento, afuera.
Lo de la profundidad marina es verdad. En White se necesita que haya, cada tanto, un dragado que saque la arena por donde ingresan los barcos. Lo que no se ocultó es que ya estaba acordado en 2022 que el dragado estuviera a cargo del Consorcio de Gestión del Puerto. Es decir, no lo pagaban los inversores. Afuera.
El tercer punto es más que ambiguo. El Consorcio les había reservado a los inversores 1500 hectáreas. El bloqueo de tierras era renovado periódicamente a pedido de YPF. La última renovación extendió el plazo hasta el próximo 12 de agosto. El lugar que habían elegido (y se le había concedido) tiene una extensión de casi cinco veces de la superficie total hoy ocupada del polo industrial. Además, los inversores habían asegurado que “alcanzaba y sobraba”.
Sobre la “interferencia portuaria” que se menciona el comunicado también es muy relativo. Es que sin dudas es cierto que aquí hay un movimiento que en Punta Colorada no existe. Pero aquí estaba garantizada la operación los 365 días del año, cualquiera sea la condición climática, con un puerto “abrigado” y con todos los servicios.
El último punto es el más genuino. Se trata de un deseo más que válido y entendible por parte de los patagónicos. Se plantea “sinergiar con otros proyectos” la zona de Sierra Grande, que quedó desvastada económicamente tras el cierre de la mina de carbón.
La pregunta que se impone es: ¿Río Negro no existía cuando YPF y los malayos decidieron hace años que el mejor lugar de toda la costa argentina era Ingeniero White? ¿No les anduvo el Google Maps?
Es que no hay respuesta técnica posible, porque obviamente toda la Argentina había sido evaluada pormenorizadamente. Con todos pros y contras, ganaba por amplio margen nuestro Polo Petroquímico contra cualquier otra ubicación.Claramente la cola la metió la política y el interés de algunos privados que mantienen buenas relaciones con la nueva gestión, incluso algunos de ellos interesados también por activos de YPF en la zona de la Estación Fernández Oro (Allen), donde existe un yacimiento de gas.
El papelón de la consultoría
Para darle credibilidad a la decisión, el directorio de YPF anunció la contratación de una consultora para que emitiera una opinión “externa e independiente”. Se trató de la empresa Arthur D. Little.
Los muchachos de ADL que, según se anunció fueron convocados el 26 de julio, resultaron ser muy eficientes. Hicieron tan veloz el trabajo que, lo que a cualquier consultora seria le llevaría años, a ellos les demandó apenas un fin de semana. El lunes estuvo presentada la evaluación que favorecía a Río Negro. El martes se puso sobre la mesa del directorio de YPF y, por unanimidad y de manera exprés, se aprobó la mudanza del proyecto de White a Punta Colorada.
El trabajo de Arthur D. Little aún no se conoce públicamente. Lo que sí es público es que lo que puede leerse en varias publicaciones sobre sus antecedentes, por caso en República Checa donde escribió un informe financiado por la Philip Morris argumentando que fumar favorecía a la economía.
Los representantes de ADL en Buenos Aires son egresados de la Universidad Di Tella y la mayoría admite tener algunos pocos meses de experiencia.
¿Se hará?
Otro punto a tener en cuenta es la opinión de la mismísima Petronas, que hasta ahora sólo puso -o dejó que pongan- el membrete de su empresa en el comunicado de YPF. Y además se encargó de aclarar, por separado, que “la ubicación del proyecto es el primer paso hacia varias condiciones que deben cumplirse para tomar la decisión final de inversión”. Traducido: todavía no estamos decididos.
Y en cuanto a los asuntos internos de YPF también habrá que estar atento. En especial a las reacciones de otras empresas del exterior donde comparten acciones con la petrolera. Algunas de ellas, de origen norteamericano, hasta tienen industrias en conjunto el Polo Petroquímico local. Ellas tienen derecho a pedir explicaciones, al menos internas, sobre los pasos a seguir. Pues Milei no solamente trata de comunista a Kicillof, sino también a Biden.
Algo que tampoco hay que perder de vista es que, de concretarse la inversión, según los plazos que se manejan, las obras recién comenzarán cuando ya hayan vencido los mandatos actuales tanto de Milei como el de Kicillof. ¿Si al momento de poner el dinero volvieron a cambiar los vientos políticos?
Guerra sucia
Aunque será tema de otra edición de Bahía Indiscreta, en el medio de la disputa por el GNL hubo “guerra sucia”. Se ordenaron operetas, que tenían como objetivo a algunos de los empresarios locales que luchaban por el proyecto.
La vieja estrategia de desempolvar viejas causas, sirvió como arma para “sacudir las plumas”. Lamentablemente, no será la primera ni la última vez, que se utilice un expediente judicial para apretar y “tirar bosta”.
Un “anónimo” con pluma periodística y un fiscal funcional son lo único necesario para el armado. Pero este inquietante punto seguirá más adelante.
Bahiensismo
El “piñazo” que recibió Bahía tardará en asimilarse. Sin embargo, queda algo más que positivo de la situación. La política, empresarios, las entidades intermedias, los sindicatos y otros actores con importante representatividad pública se unieron en una causa común. Eso debe dejar una enseñanza y un ejemplo.
Es probable que ahora vuelva el juego de la política y cada uno vuelva a hacer su rol. También es posible que haya algún pase de facturas. Pero, lo importante y destacable, es que al momento de pelear por un asunto de vital importancia la ciudad se unió. Eso es una fortaleza.
El intendente Federico Susbielles encabezó y delineó una movida en bloque que no tiene antecedentes. Y priorizó la ciudad, más allá de que algunos le aconsejaban no cruzar ciertos límites discursivos.
Pero no hay dudas que el camino es por aquí. Porque más allá de que esta vez, el partido se perdió (o estaba perdido desde el vestuario), se puso en movimiento un músculo que parecía atrofiado: el bahiensismo. Es que, más allá de las diferencias y matices, tirar todos para el mismo lado vale la pena.
En el plano del poder económico, sucedió algo impensado: dos viejos rivales como la Unión Industrial y la Corporación de Comercio fueron uno mismo. La gran mayoría de la oposición política al Intendente apoyó y se sumó al plan de acción delineado en Alsina 65. La valentía de los libertarios (en cabeza de Marité Gonard y Liberman), de colisionar con las intenciones del propio Milei es para destacarlo y no olvidarlo.
Estaba comprobado que el ciudadano bahiense era solidario y empático, como se evidenció tras el feroz temporal de diciembre, pero ahora los que ejercen el poder circunstancialmente o “tienen la manija” en algún rubro en particular se pongan de acuerdo en asuntos que beneficien al conjunto de la sociedad.
La Brujula24
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