DEPORTES
16 de noviembre de 2025
Sporting sigue siendo de Primera: Un triunfo de resiliencia y unidad

Sporting logró salvarse del descenso en un torneo lleno de altibajos, mostrando la fuerza de su historia, su capacidad de adaptación y el trabajo colectivo. Con un plantel corto, cambios en la dirección técnica y el empuje de los jugadores formados en casa, el club demostró que su "Alma de Cien Años" sigue vigente. La permanencia se celebra con un grito de alivio, pero también con la mirada puesta en nuevos desafíos
Sporting sigue siendo de Primera y, aunque salvarse del descenso no es motivo de celebración en esta edición, sí es momento de un grito de desahogo y una gran alegría. La permanencia se logró por la historia, el contexto, y los cambios en la dirección técnica a mitad de torneo. También por la migración de jugadores clave, que alcanzaron su mejor rendimiento, como vimos en esa semifinal del torneo Regional Amateur, y que pusieron al club en la mira de todas las ligas de la categoría.
Además, los jugadores demostraron de qué están hechos, con una actitud ejemplar, sin dejar de mencionar a aquellos que llegaron de otros clubes. El equipo, corto en plantel y sin nombres rutilantes en el banco de suplentes, soportó multas y penalizaciones. Todo esto merece un festejo, porque el nuevo adjetivo que describe al club es resiliencia.
El partido de ayer fue de alta volatilidad y dramatismo. Sporting salió a la cancha con una formación sólida en el mediocampo: Siracusa de 5, Cuitiño de 8 y Faur de volante por izquierda. Adelante de ellos, el incansable Nacho Burgos (quien se lesionó a los pocos minutos de juego). Arriba, el goleador Sebastián Mendoza y el multifacético Valentino Barone, un jugador que se adapta donde lo pongan y rinde sin quejarse. En defensa, una línea férrea de contención: Eriko Walker y Nico Diana en el centro, Falcioni por derecha y Franco D’Angelo por izquierda. En el arco, un afianzado Falcioni, que cada vez que fue convocado, respondió con seguridad y atajó todo lo que vino.
Por parte de los visitantes, con un arquero “carnicero” que tiene un reciente pasado en el club, junto a jugadores como López, Ortiz, Sabatini, Achares, y Lincopam, el equipo rival mostró solidez y respeto. Ortiz, Acosta, Achares y Lincopam se repartieron el control del mediocampo, luchando intensamente por cada balón.
El partido terminó 0-0, con una sensación de justicia. Aunque el local fue quien más llegó y con mayor claridad, no logró abrir el marcador. A pesar de eso, Sporting no quería perder y el visitante aceptó el empate. Detallar el desarrollo del encuentro no tiene tanto sentido en este momento; lo importante es que el objetivo se cumplió. Hace apenas tres fechas, Sporting estaba en descenso directo.
Conclusión: Sporting no merecía, por muchas razones, pelear la permanencia en la máxima categoría. El equipo debió estar entre los primeros cuatro puestos, luchando por el campeonato. Como mencionó un dirigente: “Hay que cambiar muchas cosas. Necesitamos mayor participación en la gestión del club; los pocos dirigentes que estamos al frente nos vemos desbordados”. Sin embargo, lo realmente positivo es que los jugadores de la casa fueron los abanderados de la salvación, con un aporte fundamental de quienes llegaron y decidieron quedarse. Además, el cuerpo técnico, formado dentro del club y conocedor de las divisiones formativas, fue clave. Algunos sostienen que, con 4 o 5 refuerzos específicos, el resto debe ser armado con jugadores del club.
Lo que sigue para Sporting es el próximo desafío: enfrentarse a Bella Vista en La Loma por el torneo Regional Amateur, donde actualmente marcha segundo, detrás de Liniers, que es puntero. Bella Vista será un rival difícil que busca salir de los últimos puestos con una victoria. Para Sporting, será una buena oportunidad para relajarse y dejar atrás la presión, desplegando el juego que mostró en varios pasajes del torneo.
Sporting sigue siendo de Primera, porque lo merece. Porque nunca bajó los brazos. Porque se reinventó, porque su gente nunca lo abandonó, porque extrajo fuerzas dentro de la cancha a través de sus líderes, como Nacho Burgos y Eriko Walker. Y porque apostó por los jóvenes de la casa, como Cuitiño, Siracusa, Barone (que tiene un futuro brillante), demostrando en la cancha que, cuando no se puede jugar, el “Alma de Cien Años” de la historia del club aparece como un aura deportiva.
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