Duelo de técnicos y estrategias claras

El encuentro comenzó con dos equipos bien parados y fieles al libreto de sus entrenadores. Sporting apostó al juego corto, con circulación y asociaciones entre Siracusa, Tello, Faur y el incansable Nacho Burgos. San Francisco, en cambio, planteó una presión alta en todo el campo, con gran despliegue físico y rápidas salidas por los costados.

El local tuvo su premio a los 26 minutos: tras un centro desde la derecha, Agudiak conectó de cabeza para el 1-0. Sin embargo, cinco minutos antes, Duran ya había evitado la caída de su arco con una tapada clave ante el número 32 rival.

Pese a la desventaja, el rojinegro no perdió el orden ni la paciencia. Y a los 37 minutos, Valentino Barone recuperó una pelota por izquierda, combinó con Tello y, tras la devolución, sacó un remate rasante desde 25 metros que se clavó junto al palo. Golazo y empate merecido.

Sobre el final del primer tiempo, Barone volvió a desequilibrar por derecha y casi genera el segundo, pero el defensor número 2 de San Francisco logró cortar justo antes de que Mendoza definiera. El descanso llegó con el marcador 1-1 y la sensación de que Sporting estaba para más.

El complemento del carácter

En el segundo tiempo, el equipo de “Beto” Mardones salió decidido a buscar el triunfo. A los 12 minutos ya controlaba el mediocampo gracias al trabajo de Tello, Siracusa, Faur y Nacho Burgos, que se mostraban lúcidos en la distribución y en la presión alta.

A los 22 minutos, llegó la jugada del triunfo: D’Angelo metió un pelotazo largo por izquierda, Burgos corrió hasta casi la línea final y, con una emboquillada exquisita, venció al arquero para el 2-1. Golazo del eterno Nacho y delirio visitante.

Sporting administró la ventaja con inteligencia y corazón. Mardones movió el banco para refrescar piernas: ingresaron Arvesano y Acosta por Burgos y Mendoza, ambos ovacionados por su entrega.

El partido se complicó a los 30 minutos por la polémica expulsión de Acosta, tras un cruce menor con el número 2 rival. San Francisco empujó con más ímpetu que claridad y tuvo su chance más clara a los 32 minutos, con un tiro libre que dio en el travesaño.

El final fue sufrido, fiel al estilo rojinegro. En tiempo adicionado, Duran volvió a lucirse al descolgar un centro peligroso y Falcioni despejó un último tiro libre a los 49 minutos, sellando una victoria con marca registrada: “Sufriendo, pero ganando.”

Conclusión

Sporting ganó a lo Sporting: con carácter, toque y un corazón enorme. Mostró resiliencia, inteligencia táctica y amor por la camiseta.

Puntos altos:

• La solidez defensiva ante una delantera local muy potente.

• El equilibrio del mediocampo, clave para sostener el ritmo del partido.

• La combinación de dos generaciones rojinegras:

  • Valentino Barone, juventud, calidad y proyección.

  • “El eterno Nacho” Burgos, vigencia, jerarquía y amor por los colores.

Un triunfazo de Sporting, que deja tranquilidad, esperanza y la sensación de que jugando así, serán más las victorias que las derrotas.