POLITICA
30 de julio de 2025
Cierra parte de la histórica fábrica de Mauro Sergio: 150 despidos y fuerte advertencia

Textilana, símbolo de la industria nacional con sede en Mar del Plata, redujo un 20% su producción en medio del derrumbe del consumo, despidos masivos y la avanzada de las importaciones. Ya cerraron 68 pymes textiles en lo que va del año.
La emblemática textil Mauro Sergio, símbolo de la industria nacional desde los años 70, atraviesa una de las crisis más profundas de su historia. La empresa Textilana S.A., propietaria de la marca y ubicada en Mar del Plata, despidió recientemente a 150 operarios y redujo su producción en un 20% debido a una reestructuración interna que deja al descubierto un panorama desolador: la industria textil argentina pierde terreno a pasos acelerados frente a la avalancha de productos importados.
La firma, que llegó a ser modelo de integración al pasar del hilado para terceros a la confección de indumentaria completa, hoy acumula stock sin salida y atraviesa una temporada invernal sin repunte. De contar con 350 trabajadores, ha caído a poco más de 200, según denuncian los gremios. Además, alertan por despidos sin indemnización y presiones para renuncias forzadas ante sueldos bajos y falta de pagos.
El desplome no es un hecho aislado. La Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) advierte que más del 70% del consumo de ropa en el país ya es cubierto por importaciones. Solo entre enero y mayo, las compras de indumentaria en el exterior aumentaron un 136%, alcanzando los 1.572 millones de dólares, mientras que las importaciones textiles subieron un 93%. El precio promedio por kilo de ropa importada se ubicó en apenas 5,67 dólares, en muchos casos bajo condiciones de dumping.
"El daño puede ser estructural si no se actúa ya", alertó Camilo Kahale, titular de FEBA, quien denunció que “la apertura indiscriminada y la apreciación cambiaria están destruyendo nuestra capacidad de competir”. Desde la Asociación Obrera Textil (AOTRA), su secretario general, Hugo Benítez, también fue contundente: “Cuando se bajan aranceles a las importaciones, se está premiando a las fábricas extranjeras y dejando en la calle a miles de trabajadores locales”.
El impacto es palpable: en lo que va del año cerraron 68 pymes, se perdieron más de 4.000 puestos de trabajo y la capacidad instalada cayó al 40%. La situación golpea especialmente al conurbano bonaerense, donde más del 40% de la maquinaria industrial está paralizada.
La Fundación ProTejer reveló que el primer trimestre de 2025 fue particularmente duro: “Cinco de cada diez empresas registraron caídas de ventas interanuales, con una merma promedio del 5%”, indica el informe. En este contexto, el caso Mauro Sergio deja de ser una excepción y se convierte en un símbolo de un problema estructural: el país arriesga perder su soberanía industrial a cambio de productos más baratos, pero con un costo social que ya empieza a sentirse en miles de hogares argentinos.
Con información de Perfil
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