TURISMO
21 de febrero de 2025
Ni Mar del Plata ni Bahía Blanca: la localidad costera "secreta" que ofrece vacaciones repletas de tranquilidad

Un destino poco conocido, pero ideal para quienes buscan una escapada con descanso absoluto frente al mar. Con playas amplias, paisajes naturales y un ambiente relajado, esta “joya escondida” de la costa bonaerense es perfecta para desconectarse sin las multitudes de los puntos turísticos más populares.
Las escapadas a la Costa Atlántica son la mejor manera de cortar con la rutina y recargar energías, pero muchas veces los destinos más conocidos están desbordados de gente y no permiten ese descanso real que uno busca. Por eso, para quienes prefieren alejarse un poco más y descubrir rincones menos explorados, donde el mar, la arena y la tranquilidad se combinan a la perfección para unas vacaciones sin estrés, existe un rincón perfecto que se mantiene en secreto.
Alejado del molesto ruido de las ciudades más concurridas como Mar del Plata o Bahía Blanca, este destino ofrece un equilibrio perfecto entre belleza y calma, con extensas playas casi vírgenes que invitan a disfrutar de largas caminatas y horas de mate al lado del mar, mientras que su entorno natural permite disfrutar de atardeceres espectaculares sin interrupciones.
¿Cuál es el pueblito playero oculto para visitar en lo que queda del verano y descansar?

¿Cuál es el pueblito playero oculto para visitar en lo que queda del verano y descansar?
Villa del Mar es un rincón tranquilo a orillas de la costa de Bahía Blanca, ubicado más específicamente a solo 20 kilómetros de la ciudad y a pocos minutos de Punta Alta, otro balneario para conocer y disfrutar. El mismo nació como un refugio de verano en los años 30, cuando las familias, entre ellas los propietarios Ganuza Lizarraga y Samuel Wainfeld buscaban un lugar cerca del mar para descansar y comenzaron a edificar allí las primeras casitas que hoy forman a este mágico y secreto pueblito. Si bien el primer intento fue en 1912, no hubo avances hasta esos años.
Con el tiempo, se convirtió en un destino especial para quienes disfrutan de la calma, la naturaleza y el aire con tintes salados que llega desde el océano. Su playa es gigante y tranquila, teñida con el verde de su típica flora de la bahía, que la convierte en un sitio diferente a los clásicos de arena dorada. Sin embargo, esa singularidad no le quita encanto, porque en la costa se pueden ver atardeceres impresionantes y disfrutar de caminatas con el sonido del agua de fondo. También es común ver pescadores instalados con sus cañas, esperando pacientemente alguna sorpresa.
A lo largo de los años, fue sumando espacios que la hacen más acogedora y hogareña como el Club Náutico donde los amantes de los deportes acuáticos encuentran su lugar, con actividades de nivel extremo y celebraciones de eventos como la Fiesta Provincial de la Pescadilla, que cada diciembre reúne a fanáticos de la pesca y visitantes en torno a este tradicional torneo o la Peña Deportiva Automotores.

Sociedad de Fomento de Villa del Mar
Además, el balneario municipal cuenta con una pileta olímpica y áreas para pasar el día, lo que lo convierte en un buen plan para quienes buscan opciones recreativas sin alejarse demasiado. Así, la Sociedad de Fomento, el Centro Cultural y la escuela local fueron y son tres establecimientos fundamentales para sostener la vida del pueblo, ofreciendo espacios de encuentro y apoyo para quienes lo eligen como hogar, ya que allí se preserva gran parte de su historia y recuerdos.
¿Cómo llegar a Villa del mar desde CABA?
Lo más fácil es tomar la Ruta Nacional 3 en dirección a Bahía Blanca. Son unos 650 km de viaje en auto, así que conviene salir temprano y hacer alguna parada en el camino para estirar las piernas y evitar calambres. Una vez en la ciudad, hay que seguir por la Ruta 229 hacia Punta Alta y, desde ahí, manejar unos 3 km más hasta la villa. Es un trayecto sencillo, bien señalizado y con paisajes que van cambiando entre el campo y la costa.
Si preferís ir en colectivo o micro, hay servicios que salen desde Retiro hasta Bahía Blanca y tardan entre 8 y 10 horas. Desde la terminal, podés tomar otro colectivo local o un remis hasta Villa del Mar. Aunque sea un poco más largo el viaje, la llegada lo vale.
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