La investigación sobre las actividades económicas de un director de la ex AFIP en Rosario y Santa Fe expone una variedad de acciones asombrosas, en especial, por usar un alto cargo público para ir contra la propia función. El encargado de fiscalizar que los contribuyentes estén en regla asesora al jefe de un sindicato que tiene dinero en cuentas offshore. También compra miles de hectáreas en campos que pone a nombre de su madre. Adquiere dos mutuales en localidades de Santa Fe, coloca a administrarlas a familiares y amigos a la vez que facturaba servicios. Compra terrenos en fideicomisos inmobiliarios pero los fiscales actuantes consideran que, en realidad, esos desarrollos son suyos.

Entre los contadores de Rosario circula de manera mordida e histórica un dicho incisivo: "¿quiénes inspeccionan a los inspectores de la AFIP?" El concepto en este caso aplica hacia el escalón máximo. Porque Carlos Andrés Vaudagna fue jefe máximo de esa dependencia hasta 2014 en la regional Santa Fe y hasta 2020 en la regional Rosario. Una investigación de meses realizada por un fiscal federal de Reconquista encontró un listado de presuntos delitos que producen asombro, por el nivel de diversificación pero también por integrar como eslabón superior una trama de corrupción institucional a la que en Santa Fe aún no se le ven los límites.

Entre esos delitos se verifica, en ejercicio de sus funciones públicas de alta jerarquía, el de asesorar a contribuyentes para ocultar activos del control estatal donde tenía un cargo de conductor, en una de las regiones más importantes del país. Del análisis de su teléfono secuestrado se desprende que era una especie de contador, gerenciador o asesor financiero de numerosas empresas privadas y que, en muchos de los casos, utilizó la información privilegiada a la que accedía a través de su cargo para desplegar sus actividades delictivas. También que era un hombre de enorme influencia.

Ese celular secuestrado a Vaudagna en 2021 por la Unidad de Delitos Económicos del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en Rosario es una regadera que muestra en las operaciones de Vaudagna un manual de actividades contrarias a la hoy ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero). Según un cuerpo de fiscales federales todo el contexto de ese teléfono evidencia que el hombre fuerte de la AFIP en Santa Fe utilizaba su cargo, la estructura material y sus influencias a cambio de dinero, favores o bienes. Lo indican en su dictamen los fiscales de Reconquista Roberto Salum, el de la Procuración de Investigaciones Administrativas Sergio Rodríguez, el de la Procuración de Lavado de Activos Diego Velasco, más los fiscales federales de Rosario Juan Argibay y Esteban Venditti.

La red de prestanombres y socios

La investigación señala que no se concibe que la estructura delictiva que le atribuyen a Vaudagna lo haya sido a título gratuito. Remarca que la clandestinidad en la que se desarrolló y el crecimiento patrimonial del ex mandamás de la AFIP y sus testaferros así lo demuestra. 

En las comunicaciones de Vaudagna queda claro que utiliza a terceras personas para comprar mutuales que manejaba directamente como dueño en las sombras. Una es la Asociación Mutual Prestaciones Santa Fe para la Salud, Farmacia y Vivienda. Otro rasgo alucinante es que Vaudagna se valía de esas estructuras para luego venderlas a otras, en este caso personas jurídicas, que las usaban como medio para facturar y canalizar ganancias ilícitas. 

Esto ocurrió con otra mutual de Vaudagna, la Asociación Mutual de Empleados, Profesionales, Colaboradores y Prestadores de Hospitales y Sanatorios, que antes se denominaba Asociación Mutual de empleados del Hospital Piñeyro, con sede en Junín provincia de Buenos Aires.

"Directivos pasados de gastos"

Voraz ante la posibilidad de explorar negocios, Vaudagna le expresa a uno de sus socios, Raúl B., que tiene actividad en el rubro seguros, cómo pretende proyectarse a esa actividad desde la Mutual Prestaciones. "Tenemos que ir creciendo y a medida que caminemos vamos agregando ‘contenido' a la prestación", le dice en un texto consignado en su teléfono. 

"Otra de las alternativas que te decía es que muchas veces los directivos principalmente están pasados de gastos personales, le podemos dar el CUIT de la mutual para que a través de ella canalicen las erogaciones que no pueden justificar. Hoy tenemos formalmente perfecta la mutual, ya lleva como 15 años impecable, tenemos que seguir de ese modo, pero dándole volumen de prestaciones. Cuando se genere caja, también tenemos que pensar en aportar al proyecto inmobiliario buena parte de ese resultado", dice el jefe de la AFIP.

Queda claro para la fiscalía que Vaudagna había adquirido mediante testaferros empresas privadas que administraba mediante las mismas personas. Así por ejemplo compra las firmas Alma Láctea SRL -Lácteos Las Violetas SA.

Lo asume claramente en un mensaje a los socios: "Cerré como les dije la venta del 50 % de las cuotas sociales y acciones de ambas sociedades en 253.840 dólares (el otro 50 lo poseía yo) y quedaran en estos porcentajes: Carlos S. 20, Carlos M. 10, Sergio G. 10, Edgardo E. 5, Álvaro 5, O. 16 yo 34", refiere Vaudagna. Se omiten los apellidos de personas por estar en vía de planteos penales en gestión.

Las propiedades que va comprando Vaudagna decantan desde terceros relacionados por cuestiones de amistad o compañerismo, a su círculo familiar más íntimo como su esposa o su madre. Como solo podía acreditar los ingresos que generaba a través de su desempeño en AFIP recurre al sistema de testaferros para generar más fondos y también blanquearlos. Así Alma Láctea quedó a nombre de su madre y su mujer. Las Violetas de su hermano y su sobrino.

En el caso de la Mutual Prestaciones es el propio Vaudagna el que manifiesta haberla "comprado". En los mensajes aparece instruyendo sobre cuentas bancarias, facturación, inscripciones e incluso la confección de actas. Esta mutual cambia la conformación de sus autoridades a partir de una fecha determinada, en la que se incorporan personas del círculo familiar y social cercano a Vaudagna. La primera mención a esa mutual se advirtió en un intercambio de mensajes donde un contacto le pide a Vaudagna "un CUIT para facturar". El funcionario de AFIP le pasa el de "Asociación Prestaciones Mutuales de Santa Fe".

Una persona llamada Miguel G. C. aparece como encargada de realizar trámites de distintas mutuales vinculadas a Vaudagna, ante entidades bancarias y ante el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Vaudagna en una ocasión le reclama a su interlocutora Andrea T. cheques de Sanatorio Santa Fe. La empleada le pregunta entonces cómo canalizar el pago. "Tesoro, prestaciones Santa Fe es la mutual con la que yo facturo..... el sanatorio de Santa Fe con el que tenemos contrato es Mutual abril...", responde el funcionario de AFIP.

La fiscalía detalla que Vaudagna factura a través de la Mutual Prestaciones Santa Fe para cobrar sus honorarios. Surgen además detalles de una cuenta de esta mutual en el Banco Bica a través de un contacto, Víctor A., en el que aparecen facturaciones millonarias a través de mutuales en el año 2021. A su vez, aparecen algunas operaciones con la tabacalera santafesina For Men SA, a la que el grupo de Vaudagna le factura asesoramiento, intercambian mails y de los chats surge que los movimientos de dinero se triangularían por una mutual.

Meses después de la adquisición de las empresas, señala el fiscal, surge un chat con un abogado, presuntamente representante de un gremio con juicios contra Alma Láctea SRL, quien le dice a Vaudagna: "Yo nunca supe que Alma Láctea era tuya"; "te pido mil disculpas, hubiéramos buscado otra vuelta", "pero nunca ni vos ni Yimi me dijeron nada".

Vaudagna también habla con un contacto identificado como Gustavo G. en referencia a la empresa Lácteos Las Violetas: "Yo soy el responsable ahora. Arregle AFIP, Atilra, API, AGIP, ARBA, Río Negro, Chubut, IGJ, varios acreedores de un concurso, y pagando 254000 dólares de deuda a un prestamista, más 30 palos pesos a la mutual... Y la vengo llevando muy bien".

Asimismo surge un chat de Vaudagna con la contadora Amorella P. a quien aquel indica que lo autorice para actuar ante los servicios informáticos de AFIP por Lácteos Las Violetas, junto a Roberto B. y José H. con quien también chatea por esa empresa y por Alma Láctea.

De que Vaudagna compró la fábrica de quesos Alma Láctea las pruebas las aporta él mismo al buscar un convenio de pago hablando con un contacto llamado Franco R.: "Se trata de una empresa que adquirí con otro socio estando en quiebra, la reconvinimos en concurso que estamos cumpliendo, y nos quedaron algunas deudas tributarias provinciales y con la IGJ que tengo que solucionar y quiero aprovechar la moratoria o planes de pagos", le dice Vaudagna. El siguiente mensaje dice: "La firma se llama Lácteos Las Violetas SA el expediente es el mismo nombre s/ Concurso Preventivo - Expediente N° 056254, Juzgado Nacional de 1ra Instancia Comercial N° 21, Secretaria N° 41, CABA - y las deudas impositivas que quedarían por regularizar son las que te adjunto en las planillas que te envío".

En el teléfono hay constancias también de que Vaudagna tiene dos campos en la provincia de Chaco. Una es la Estancia La Esmeraldita, en la localidad de Gancedo, con una extensión de 1.113 hectáreas. El otro tiene 572 hectáreas. La compra de La Esmeraldita fue por la suma de 250.000 dólares según un acta firmada por un escribano de Esperanza en Santa Fe. Muy a menudo en los actos notariales Vaudagna representa a su madre que aparece como compradora.

También se entreveran intereses y operaciones de Vaudagna según la fiscalía federal en un proyecto inmobiliario llamado Terrazas de Ayres en Santa Fe, en sociedad con Juan Martín R. y Carlos R. Los anuncios hablan de lotes en venta por 340 mil dólares en 2.822 metros cuadrados del terreno.

La admisión de controlar mutuales es transparente. En una conversación por chat con Sergio M., en septiembre de 2019, este último le solicita a Vaudagna datos de la "mutual de Piñeiro" y le remite una foto con los integrantes de la comisión directiva de una mutual. El jefe de la AFIP responde: "Si esa es Proactiva, la de Piñeiro tiene todos directivos familiares o amigos míos porque yo la había comprado para mí, pero como Carlos la necesitaba con urgencia se la vendí".

Ahora existe un pedido de indagatoria para varias personas implicadas en esta trama requeridas por el fiscal federal Salum. Esto está trabado por un conflicto que alimenta más polémica: el juez federal de Rosario Gastón Salmain reclama la competencia de la causa abierta contra Vaudagna en Reconquista. La controversia está dada en que está probado que Vaudagna y Salmain tienen una relación previa y el temor de parcialidad es que, según los fiscales que lo cuestionan, el magistrado no tiene motivos fundamentados para intervenir en el caso.

A Vaudagna se lo quiere imputar por encubrimiento, abuso de autoridad, violación de deberes de funcionario público como antesala de actos de lavado de activos. Sus actividades se centraban en Rafaela, Santa Fe y Rosario. Sus familiares, amigos y socios, a los que el fiscal Salum les atribuye actuar como sus prestanombres, tenían domicilio en el centro de la provincia de Santa Fe. En localidades como Bernardo de Irigoyen, Hipatia, Humberto Primo y Sarmiento. En los allanamientos a estos fueron secuestrados al menos diez teléfonos que se consideran importantes para el avance del trámite. Para todas estas personas, tanto físicas como jurídicas, hay abiertas investigaciones patrimoniales.