Parte del acto en Plaza Belgrano

Luego de la entonación del Himno Nacional y el Himno a Punta Alta, el intendente se dirigió a la gran cantidad de público presente sobre la Plaza Belgrano para agradecer “por sumarse y participar de esta ceremonia, porque, tal vez no diga una novedad, pero hoy celebramos el 213 aniversario de nuestro primer gobierno patrio, eso celebramos hoy”. 

“No puedo omitir el fastidio que me provoca ver tapas de diario, títulos, respecto de la efeméride.  Algunos hablan de un día histórico, algunos hablan de un 20 aniversario, algunos hablan de un 50 aniversario, hablan de la euforia de un aniversario, hablan de la Plaza de Definiciones, pero ninguna o poquitas tapas hoy se refieren a nuestro 25 de mayo de 1810”.  

“Hoy en la Plaza de Mayo, con la Casa Rosada ahí escondida y de espaldas al cabildo, se celebra no sé qué otras cosas. Hagámonos a la idea que hoy los diarios, la tele, la radio van a hablar de lo que no es”.  

“Por eso esta mañana, desde esta plaza, y en nombre de la mayoría de los vecinos, no tengo la menor duda, voy a hacer referencia y recordar lo que hoy corresponde recordar, una vez más, los 213 años de nuestro primer gobierno patrio”.  

Allí, el jefe comunal hizo una reseña histórica de la gesta de la Revolución de Mayo y primeras ideas republicanas y de organización nacional “que costó muchas décadas poder consolidar”.  

“También se dejaron suficientemente plasmadas en ese cabildo los valores esenciales de la revolución, que fueron los que enamoraron al pueblo y acompañó la gesta, pero que aún creo que seguimos sin resolver”. 

“Esos valores quedaron impecablemente trazados, definidos, en las palabras de Mariano Moreno, que en esa jornada del Cabildo decía: la variación presente -refiriéndose a la nueva forma de gobierno – no debe limitarse a suplantar a los funcionarios públicos e imitar su corrupción e indolencia”.  

También citando a Moreno, Uset continuó: “es necesario destruir los abusos de la administración, desplegar una actividad que hasta ahora no se ha conocido, promover el remedio de los males que afligen al Estado, excitar y dirigir el espíritu público, educar al pueblo, destruir o contener a sus enemigos y dar nueva vida a las provincias”.